El consumo de refrescos ha sido vinculado de manera directa con el incremento en los índices de obesidad, una problemática de salud que ha afectado a la población mexicana desde principios del siglo XXI. A pesar de los esfuerzos para combatir esta epidemia, los refrescos siguen formando parte de la dieta diaria de millones de personas en México. No obstante, algunos refrescos, según un análisis reciente de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), podrían considerarse menos dañinos en comparación con otros.
El estudio de la Profeco evaluó una serie de refrescos disponibles en el mercado mexicano, clasificando a aquellos que no contienen jarabe de maíz, tienen bajas calorías y azúcar, y no incluyen conservadores, como opciones menos perjudiciales. Entre las marcas destacadas por cumplir con estos criterios se encuentran:
- Brillante Tehuacán y Aurrera
- San Bernardino Zero
- Coca Cola Light
- Free Light
- Buho
Sin embargo, es importante señalar que, aunque estos refrescos pueden parecer menos nocivos, ello no significa que sean completamente saludables. La recomendación sigue siendo moderar su consumo.
Por otro lado, el estudio también identificó los refrescos con menor contenido de azúcar, aunque no todos resultaron ser alternativas más seguras para la salud, ya que algunos contienen otras sustancias nocivas, como el jarabe de maíz. Entre estos se incluyen:
- Schweppes
- Delaware Punch
- Pepsi Black
Es fundamental subrayar que, aunque estos productos contengan menos azúcar, su consumo excesivo puede tener efectos negativos en la salud, debido a la presencia de aditivos que pueden ser igualmente perjudiciales. Los resultados del estudio no deben interpretarse como una licencia para aumentar el consumo de refrescos, ya que ningún refresco puede considerarse completamente saludable.
En términos generales, la Profeco concluye que la gran mayoría de los refrescos evaluados superan la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre el consumo diario de azúcares, la cual establece un máximo de 25 gramos por día. Esta cifra se rebasa en muchos casos, ya sea por el contenido de azúcar en un envase completo o por cada 100 mililitros de producto.
Para poner en contexto la magnitud del consumo de refrescos en México, un estudio realizado por el Departamento de Nutrición Humana de la Universidad Nacional de Colombia posiciona al país como el mayor consumidor de refrescos a nivel global. De hecho, México supera a Estados Unidos, que ocupa el segundo lugar, y a Chile, que se encuentra en la tercera posición.
El consumo promedio de refrescos en México asciende a 163 litros por persona al año, según datos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Esta cifra representa un 40% más que el promedio de consumo en Estados Unidos, que es de 118 litros anuales por persona. Estos datos subrayan la gravedad de la situación y refuerzan la necesidad de promover políticas públicas y campañas educativas que fomenten la reducción en el consumo de bebidas azucaradas en el país.
En resumen, aunque algunos refrescos pueden parecer menos dañinos que otros, es imprescindible seguir promoviendo un consumo moderado y consciente, dado que la obesidad y sus complicaciones siguen siendo una amenaza latente para la salud pública en México.
